LA ESCULTURA BARROCA ESPAÑOLA (SIGLO XVII)

Cristo Yacente de Gregorio Fernández. S. XVII. Madera policromada. Museo de Arte Sacro de Monforte de Lemos.

Durante el barroco la Iglesia Católica reafirma el valor pedagógico de las imágenes religiosas, cuya misión es acercar a los fieles el hecho religioso de modo claro, directo y verosímil.

Los escultores emplean madera policromada, dorada y estofada, ojos de cristal, uñas de asta y resinas.

Entre los temas preferidos destacan la Pasión y Muerte de Cristo, la Eucaristía, y la imagen de María como Inmaculada. Tras el Concilio de Trento, la Iglesia defiende la ortodoxia reivindicando la Inmaculada Concepción de María frente al luteranismo.

Los principales clientes de la escultura barroca son Iglesias, conventos y parroquias, que demandan figuras de bulto y retablos, y las cofradías y hermandades, que solicitan imágenes procesionales.
En el Museo Sacro de Monforte de Lemos se puede contemplar un Cristo Yacente de Gregorio Fernández.
Se trata de un encargo de la VII Condesa de Lemos, Dª Catalina, al escultor. Se considera el mejor Cristo Yacente de Gregorio, el último y el más grande.